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Tan feos y enfermos se ven ahora
que nadie los reconoce.
Tienen la piel reseca como leña,
¡hasta se les ven los huesos!

A falta de alimentos,
todos mueren poco a poco.
¡Más vale morir en la guerra
que morirse de hambre!

10 ¡Destruida ha quedado Jerusalén!
¡Hasta las madres más cariñosas
cocinan a sus propios hijos
para alimentarse con ellos!

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